La Universidad ESAN registró una nueva patente en Indecopi: se trata de un modelo denominado Qarvis, que impulsará el uso de la tecnología para facilitar la enseñanza-aprendizaje del curso de Química, a través de una aplicación móvil que se apoya en la realidad aumentada.
En tiempos de educación remota, la innovación en las herramientas de enseñanza de los cursos STEM se ha convertido en un reto que crece de forma exponencial. En ese sentido, la combinación de estrategias lúdicas y las tecnologías de la información y comunicaciones (TIC) permite explorar múltiples aplicaciones para dinamizar el proceso de enseñanza-aprendizaje. Por ello, es de suma importancia no solo canalizar las investigaciones hacia su aplicación en contextos reales, sino también recompensar el esfuerzo que demandan este tipo de innovaciones ―que es el resultado de crecientes recursos financieros―, con la obtención de una patente que represente una propiedad tangible y susceptible de transarse de forma comercial.
En este escenario, Jhonnatan Horna, profesor de la Universidad ESAN; Naldi Carrión, coordinadora general del Fab Lab ESAN, y Gonzalo Siu, egresado de Ingeniería Industrial y Comercial de la Universidad ESAN, emprendieron el desarrollo de propuestas "phygital", para su aplicación en el aprendizaje del curso de Química, y desarrollaron una herramienta de enseñanza de los elementos químicos. El resultado de esta investigación aplicada es Qarvis, una patente de modelo de utilidad, cuya base es un novedoso ordenamiento tridimensional, propuesto por el profesor Horna.
En los cursos de Química, resulta complejo entender la distribución de los electrones. Hay reglas antiguas, como la Ley del Serrucho, que son memorísticas, pero no te ayudan a entender el porqué de la distribución. El modelo de ESAN permite agrupar y ordenar todos los elementos químicos en versión física y digital, mediante una aplicación móvil que se apoya en el uso de la realidad aumentada.
Esta herramienta incluye una alternativa adicional compuesta de un tablero y piezas con nomenclatura braille que representan los 118 elementos químicos actuales. "Nos dimos cuenta del valor que tenía el formato físico para la enseñanza, por lo que agregamos características de escritura para invidentes, a fin de facilitar el aprendizaje de esta ciencia abstracta. En la siguiente etapa, buscamos extender las pruebas con personas invidentes, por lo que realizaremos estudios en un colegio limeño", concluyó Naldi Carrión.
La Universidad ESAN ha asumido un rol dinámico en la construcción de políticas y estrategias para la aplicación de los derechos de propiedad intelectual y la obtención de patentes resultantes de nuestros programas de investigación. Al mismo tiempo, trabajamos en desarrollar el nivel de madurez adecuado para lograr la comercialización de nuestras patentes.
Esta es la tercera patente de la universidad y la segunda obtenida desde el FabLab ESAN. El proyecto inició el 2018, recibió fondos del programa de investigación y desarrollo del Vicerrectorado de Investigación de la universidad el 2019 y se elaboraron diversos prototipos físicos con tecnología de fabricación digital. Asimismo, se desarrolló la conexión con herramientas digitales para realizar pruebas continuas con estudiantes.