Los países en desarrollo han conseguido un rol relevante en la economía global. En los últimos diez años han contribuido con el 52%, aproximadamente, del crecimiento de la economía mundial, impulsados en gran medida por una estrategia de innovación, que se conoce en el mundo empresarial y académico como innovación frugal.
La innovación frugal centra el diseño de productos, servicios y procesos en satisfacer las necesidades reales del usuario local. Se produce en contextos donde existe restricción de recursos financieros, sociales, ambientales, limitaciones institucionales y de infraestructura, y se dirige a segmentos del mercado que usualmente no son atendidos por los productos y/o servicios existentes.
Países como India, China y Brasil lideran su aplicación, generando innovaciones dirigidas a satisfacer demandas y/o necesidades de sus mercados internos. En ese contexto, una pregunta salta a la vista: ¿representa, entonces, la innovación frugal una oportunidad válida en países emergentes como el nuestro?
En el Perú, la creación de servicios y modelos de negocio con pocos recursos es el común denominador de miles de emprendimientos en micro, pequeños y medianos negocios. Algunos ya se abren paso, entre ellas, aplicaciones de teléfonos móviles que buscan resolver necesidades en segmentos específicos de la población, por ejemplo, para la gestión de servicios de mantenimiento y seguridad de edificaciones desarrollada por Vecinos 360.
También se han creado dispositivos de bajo costo para la recolección y gestión de información metereológica, de consumo de agua y monitoreo de nutrientes que sirve para que pequeños y medianos agricultores mejoren sus prácticas agrícolas.
Ahora, muchas de estas iniciativas son impulsadas con fondos gubernamentales. De esta manera, no solo se crean aplicaciones y software, sino también hardware integrado a plataformas de gestión que aplican el concepto de innovación frugal, seguramente sin saberlo, utilizando recursos disponibles para crear productos que responden a necesidades reales de la población a un menor costo, preparados –en algunos casos– para utilizar energías renovables con bajo costo de operación y mantenimiento.
La Facultad de Ingeniería de Tecnologías de la Información y el Centro de Innovación Tecnológica FabLab ESAN han iniciado la integración de la estrategia de innovación frugal para elaborar prototipos de nuevos productos, de manera que pueda redirigirse la contribución de la academia –con profesionales capacitados– a la generación de productos y servicios con el menor uso de materias primas y, por tanto, con un menor impacto en el medioambiente.
Naldi Carrión Puelles
Coordinadora General Fab Lab ESAN
Artículo publicado en el diario El Peruano el 24 de noviembre 2018
https://elperuano.pe/noticia-innovacion-frugal-retos-y-oportunidades-73175.aspx